Un coche limpio puede ser sinónimo de elegancia, pero hay que recordar también que una carrocería a punto puede evitar problemas futuros y alargar la vida útil del vehículo.

El verano ya es historia y el otoño ya ha llegado. Esta nueva estación es sinónimo de chubascos, charcos y, por lo tanto, tiempo de salpicaduras y barro.

La piel del coche no es el mejor lienzo para dar rienda suelta a tus instintos de Miró o Picasso. Es mejor coger una tela y ensayar ahí los mejores trazos. Tampoco es buena idea intentar ahorrarse unos cuantos euros en un lavado de cara del coche o cambiarle el color.